Según datos del Consejo Nacional de Seguridad, la organización sin fines de lucro líder en defensa de la seguridad en los Estados Unidos, aproximadamente 46 000 personas murieron en las carreteras estadounidenses el año pasado. Ese número es un 9 por ciento más que las muertes registradas en 2020 y un asombroso 18 % más que en 2019. El aumento en las muertes se produce cuando el tráfico en las carreteras de todo el país vuelve a los niveles previos a la pandemia. La falta de sistemas de sujeción de seguridad, la conducción distraída y la conducción deteriorada se han citado como factores contribuyentes, aunque se están realizando más investigaciones para determinar las causas principales.
En enero, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, citó las muertes en las carreteras como una “crisis nacional” y prometió hacer más a nivel federal, incluidos cambios en el diseño de las carreteras y la obligatoriedad del frenado automático de emergencia en los vehículos de pasajeros, entre otras iniciativas.
Los conductores del área de Houston son particularmente vulnerables a accidentes y muertes, y es un problema tan grande que el Houston Chronicle dedicó una serie completa al tema hace unos años. Según su investigación, los conductores y peatones de Houston tienen un 40 % más de probabilidades de morir en la carretera que los conductores de Los Ángeles y otras ciudades.
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Benjamín Bronston & Asociados
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